La Gestión Eficiente de Energía es un conjunto de medidas de Eficiencia Energética -EE- que pueden ser implementadas para garantizar que una actividad o proceso se pueda desarrollar de igual o mejor forma, con un menor consumo energético. Básicamente es la respuesta a la demanda de energía eléctrica.
Eficiencia Energética es la relación entre la energía aprovechada y la total utilizada en cualquier proceso de la cadena energética, que busca ser maximizada a través de buenas prácticas de re-conversión tecnológica o sustitución de combustibles. A través de ella se pretende obtener el mayor provecho de la energía eléctrica bien sea a partir del uso de una forma primaria de energía, o durante cualquier actividad de producción, transformación, transporte, distribución y consumo de las diferentes formas de energía, dentro del marco del desarrollo sostenible y respetando la normatividad vigente sobre el medio ambiente y los recursos naturales renovables.
Por otro lado, la respuesta a la demanda consiste en cambios en el consumo de energía eléctrica por parte del consumidor con respecto a un patrón usual de consumo, en respuesta a señales de precios o incentivos diseñados para inducir bajos consumos.
Dentro de las principales medidas de Gestión Eficiente de la Energía, se resaltan:
- Campañas e implementación de buenas prácticas en ahorro y uso eficiente de la energía.
- Re-conversión tecnológica de equipos.
- Mantenimiento de equipos.
- Medidas de automatización y optimización de procesos.
- Sustitución de formas de generación y/o transformación de energía más eficientes.
- Medidas arquitectónicas en edificaciones.